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Pensé que la vida estaba hecha una vez que empezabas a trabajar de lleno en tu carrera porque, según yo, el resto de las cosas se darían con trabajo y dedicación. Nacer, trabajar, comprar una casa y morir; todo muy lineal y continuo. Pero en toda esa gestión de elementos nunca pensé en sumar aquel factor básico: la vida. Sí, sí, esa en la que te equivocas tres veces de la misma forma, las relaciones de pareja cambian tu perspectiva y la perseverancia (¿necedad?) parece ser celestialmente castigada. A partir de ese descubrimiento, no mentiré, todo ha sido un andar de dudas e incertidumbre, tratando de no incendiar posibilidades. ¿Cuál era ese camino que nos llevaría a la línea de meta con la cinta “Vida exitosa”?

 

Con esto en mente, por cosas del destino y del trabajo, She Who Wins de Renée Bauer apareció en mis manos. Estaba frente a la ilustración perfecta de los golpes contra la pared que una se da cuando ve que los planes cumplidos a cabalidad no necesariamente te llevan al destino que promete la sociedad: estabilidad, plenitud, certeza.

 

Renée es una abogada familiar que se ha enfocado en divorcios y ha visto el proceso de sus clientas para llegar a ese punto de ruptura, en el que casi todas coinciden: la vida debe ser algo más que conformarse, reconocen ese fuego que las impulsa a buscar más. Su libro justo es una invitación a desafiar los temores y apostar por lo novedoso si la vida se está viviendo a la mitad, si dentro de sí reconocen que tienen dolorosas expectativas no cumplidas. Lejos de hablar de un lugar común, la autora concreta en cuatro puntos estructurales este cambio radical:

 

  1. Detente y analiza la situación: en serio, detente y analiza tu situación, ¿dónde estás parada?, ¿disfrutas tu vida?, ¿te gustaría cambiar pero tienes miedo?, ¿quieres que así sea el resto de tu vida?

  2. Suelta las excusas: este gran apartado trata cada uno de los puntos en los que sus clientas han coincidido (durante sus más de 20 años laborando) para mantenerse en situaciones desfavorables. Nada sencillo romper los moldes con los que se forjaron las creencias, pero necesario para cumplir con los verdaderos anhelos.

  3. Atrévete: así, equivócate, inténtalo una y varias veces; en especial, atrévete a ir contra las enseñanzas ancestrales si estas no te llevan adonde quieres. Suelta las ganas de sacar 10 en todo, sin importar tu edad; quema lo que ya no necesites. Renée atendió a mujeres con matrimonios de muchos años, hijos mayores, sociedades largas, a las que, en idea, ya no convendría cambiar el rumbo. ¿Por qué conformarse con una vida mínima?

  4. Gana: lo que llegue a partir de cambiar las cosas será ganancia. Ganarás fuerza, ganarás decisión, ganarás confianza. Y lo mejor, sabrás que estás viviendo.

 

Para el traslado del libro a la edición en español primero debía entenderse la esencia y el objetivo de la autora. Estela Peña Molatore, traductora de la obra, razonó perfectamente el sentido y lo llevó a las palabras necesarias, lo que permitió que el resto del trabajo editorial se enfocará en que esta nueva edición fuera rotunda. Así nació Ella es fuego.

René Bauer me hizo entender que los incendios internos no necesariamente apuntan a lo negativo. Estos también queman basura, queman estructuras limitantes, ideas dañinas y miedos. Lo mejor para hacer que estos funcionen a nuestro favor y no solo saquen humo es claro: analiza, suelta, atrévete y gana.

 

 

Cynthia Chávez, editora de Ella es fuego de Reneé Bauer.

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