¿Te contamos un secreto? Pasan los años y nos sigue sorprendiendo el fenómeno mundial de Los siete maridos de Evelyn Hugo, que va desde relecturas a nuevos lectores que se animan a leer por primera vez a Taylor Jenkins Reid y no pueden despegarse de sus novelas. Sin duda alguna, este best seller de Jenkins es uno de sus mejores escritos; los personajes, la trama, los giros argumentales y el tener una protagonista que genera amor y odio al mismo tiempo enloqueció a los lectores. Lo vemos día a día en las redes sociales mediante el sinfín de fanarts que encontramos de ella y Celia St. James; las recomendaciones que se van reciclando e incluso la esperanza de conocer pronto el cast de su próxima adaptación cinematográfica.
Pero hay alguien que le viene pisando los talones a Evelyn Hugo. Y es que Carrie Soto es una ganadora dentro de la cancha, y a veces por fuera de ella también, aunque ha tenido sus altibajos en cuanto a su vida personal. Carrie Soto es un personaje que, al igual que Evelyn Hugo, genera esa lucha interna de amor y odio en el lector. Los lectores no saben si pueden llegar a empatizar con ella hasta que el libro los va envolviendo de tal manera que no pueden huir de allí. El juego de palabras y el juego que hace con los personajes la autora es lo que termina provocando que los lectores se agarren la cabeza porque 1) no pueden dejar de leer y 2) porque buscan muchas razones para no empatizar, pero con el tiempo es difícil no lograrlo.
Las similitudes y diferencias de ambas protagonistas femeninas son los puntapiés iniciales para que aquellas personas que lean los libros se trasladen a décadas atrás, donde el lugar y empoderamiento de la mujer eran mal vistos. Ambas mujeres son personajes con personalidades muy fuertes que a veces hacen lo contrario a lo políticamente correcto y esperado. Eso forma el carácter de cada una de ellas y a su vez demuestra que la tenacidad para llegar a lograr sus sueños es tan grande y poderosa que puede terminar provocando rechazo en sus pares y aquellas personas que las rodean. De hecho, tanto Evelyn como Carrie no tuvieron grandes amigas. Sí tuvieron historias de amor relevantes, pero en cuanto a las amistades, dejaron mucho que desear. Otro punto en común es la ausencia de las figuras maternas. Por un motivo u otro los padres de estas protagonistas sembraron los cimientos para sus personalidades tan complejas y para cómo se condicionan las relaciones futuras de las protagonistas con los personajes secundarios.
La era dorada de Hollywood y las últimas tres décadas del siglo XX fueron las épocas elegidas por Jenkins para poner a sus personajes más cuestionados a vivir sus épocas gloriosas. Donde el amor es más un detalle adicional en ambos libros, el gran interés de la autora es que las historias hablaran sobre la evolución de la mujer en sociedad, con sus pares y la supervivencia al éxito, como así también el miedo a fracasar, en épocas donde ser una mujer que no le importara lo que pensaran de ella estaba mal visto y, por lo tanto, aquellas personas que fueran contra la corriente iban a ser criticadas y rechazadas por igual.
Tanto Carrie Soto como Evelyn Hugo son dos mujeres que provocan rechazo. También provocan amor. Y odio. Y admiración. Devoción. Son dos personajes únicos cuyas similitudes y diferencias hacen que la originalidad de la autora se siga demostrando y superando con cada nueva historia ambiciosa y que los lectores al mismo tiempo confíen en el buen desarrollo de la trama de sus libros. Es difícil decidirse por un libro u otro. Es aún más difícil tener que elegir entre Soto y Hugo, por lo que vamos a elegirlas a las dos y poner ambas historias compitiendo por el primer lugar. Si los años pasan y Evelyn Hugo sigue siendo un éxito… ¿Qué nos hace pensar que Carrie Soto no hará todo lo posible para igualar su marca e incluso superarla? La necesidad del éxito está en sus venas.