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¿Te acuerdas de cuando le sacábamos el aire al coche para que arrancara?¿Te acuerdas de cuando el latín era obligatorio? ¿Y de cuando alquilábamos películas en Beta o VHS, o cambiábamos la aguja al tocadiscos, o dábamos cuerda al reloj?
Ignacio Elguero nos invita a viajar a un mundo que ya no existe, un mundo lleno de magia en el que jugábamos al pañuelo o a las prendas, veíamos películas en cines de barrio, en sesión continua; abríamos la puerta a los vendedores de enciclopedias y a las señoras de Avon. Cosas que ya no es un emocionantísimo …
¿Te acuerdas de cuando le sacábamos el aire al coche para que arrancara?¿Te acuerdas de cuando el latín era obligatorio? ¿Y de cuando alquilábamos películas en Beta o VHS, o cambiábamos la aguja al tocadiscos, o dábamos cuerda al reloj?
Ignacio Elguero nos invita a viajar a un mundo que ya no existe, un mundo lleno de magia en el que jugábamos al pañuelo o a las prendas, veíamos películas en cines de barrio, en sesión continua; abríamos la puerta a los vendedores de enciclopedias y a las señoras de Avon. Cosas que ya no es un emocionantísimo libro sobre lo que fuimos y ya no somos, sobre todas las cosas que ya no hacemos, que ya no decimos, y que ya no existen.
La adolescencia es una etapa turbulenta y alocada que la mayoría de nosotros recordamos con enorme cariño. Este libro ofrece un pasaje directo para revivir las experiencias propias de ese período: el maldito acné, el primer amor, el descubrimiento del sexo, los altibajos emocionales, las tardes en el parque, las discusiones con la familia día sí y día también… Para los que crecieron en la década de los noventa, además, ese hacerse mayor tuvo como banda sonora las Spice Girls y los Backstreet Boys; como código de vestimenta, los pantalones anchos y las zapatillas de skater, y como placer prohibido, …
La adolescencia es una etapa turbulenta y alocada que la mayoría de nosotros recordamos con enorme cariño. Este libro ofrece un pasaje directo para revivir las experiencias propias de ese período: el maldito acné, el primer amor, el descubrimiento del sexo, los altibajos emocionales, las tardes en el parque, las discusiones con la familia día sí y día también… Para los que crecieron en la década de los noventa, además, ese hacerse mayor tuvo como banda sonora las Spice Girls y los Backstreet Boys; como código de vestimenta, los pantalones anchos y las zapatillas de skater, y como placer prohibido, la peli codificada del Plus de la madrugada del viernes. Todo ello, y mucho más, lo encontraréis en estas páginas que os harán esbozar una sonrisa de nostalgia y decir: «Esto me pertenece».
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