El gran Roberto Fontanarrosa solía decir que la música de fondo de su vida era el relato de los partidos de fútbol. Miguel Bossio podría embanderarse con esa afirmación.
El lector tiene en sus manos un abanico de cuentos desplegado por las selecciones clasificadas a Rusia. La excusa perfecta para jugar limpio e intentar entretener antes, durante y después de cualquier Mundial. Y con ese objetivo todo es posible en estas páginas: Messi puede ser secuestrado por orden de Putin; en El Cairo hay un bar llamado Rosario; un primo de Ronaldo quiere diferenciarse de Cristiano; una mala jugada marketinera …
El gran Roberto Fontanarrosa solía decir que la música de fondo de su vida era el relato de los partidos de fútbol. Miguel Bossio podría embanderarse con esa afirmación.
El lector tiene en sus manos un abanico de cuentos desplegado por las selecciones clasificadas a Rusia. La excusa perfecta para jugar limpio e intentar entretener antes, durante y después de cualquier Mundial. Y con ese objetivo todo es posible en estas páginas: Messi puede ser secuestrado por orden de Putin; en El Cairo hay un bar llamado Rosario; un primo de Ronaldo quiere diferenciarse de Cristiano; una mala jugada marketinera hace que un empresario islandés, un año después de la Copa del Mundo, siga recluido en las montañas. ¿El capitán de Francia no tiene códigos? ¿Por qué ese nigeriano que ve el futuro se la agarra con Sampaoli?
El uruguayo Eduardo Galeano, a propósito de la aparición de su libro Fútbol a sol y sombra, aseguró en una entrevista: "Dime cómo juegas y te diré quién eres". En esa línea, aunque hablando del oficio periodístico, el maestro Tomás Eloy Martínez señaló: "Lo que escribo es lo que soy". Miguel Bossio juega y escribe como es, de manera inteligente, divertida y generosa.
(Del texto introductorio de Reynaldo Sietecase)
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