Una novela que mezcla el romance con toques de misterio de mano de Marian Arpa, autora de El amor no es suficiente.
Una irremediable atracción surge entre un agente de policía y una de las principales sospechosas de un caso que le hace dar vueltas en círculos.
En las escuelas hay drogas... ¿Quién las introduce?
Erik es agente de policía y padre de un niño de cinco años. Una noche detiene a Jennifer Castaño, maestra en la escuela a la que asiste su hijo y la mujer más bella que ha visto en su vida, por llevar encima una cantidad …
Una novela que mezcla el romance con toques de misterio de mano de Marian Arpa, autora de El amor no es suficiente.
Una irremediable atracción surge entre un agente de policía y una de las principales sospechosas de un caso que le hace dar vueltas en círculos.
En las escuelas hay drogas... ¿Quién las introduce?
Erik es agente de policía y padre de un niño de cinco años. Una noche detiene a Jennifer Castaño, maestra en la escuela a la que asiste su hijo y la mujer más bella que ha visto en su vida, por llevar encima una cantidad elevada de cocaína.
Después de un largo interrogatorio se da cuenta de que ella no es más que un peón involuntario de un peligroso entramado.
Y mientras la investigación les hace dar vueltas en círculo, Erik y Jennifer se sienten cada vez más atraídos el uno por el otro...
En los blogs...
«¿Qué hace especial a esta novela? Su ritmo: intenso y trepidante, como corresponde a una novela donde la intriga tiene un papel fundamental; en segundo lugar: sus personajes, humanos, cercanos, casi íntimos. [...] Ha sabido conjugar y mezclar a la perfección el romance más tierno y la intriga más truculenta, con una pizca de humor y mucha, mucha humanidad.»
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Los lectores han dicho...
«Lo que más me ha sorprendido una trama policiaca increíble, con todos los ingredientes para tenerte enganchado y con un ritmo trepidante que te mantiene en vilo y tensión.»
«He de decir que me acabo de hacer una fiel seguidora de esta escritora por la forma de transmitir que tiene su pluma. No solo por hacer al lector participe en cada detalle que se desarrolla en la novela, sino por la originalidad, frescura, lenguaje coloquial, argumento directo, lectura amena y con una montaña rusa de sentimientos, pero la guinda se lo llevan esas descripciones de situaciones y esos diálogos de humor negro, irónicos y amorosos entre todos los personajes.»
